En un mundo donde la información es poder, tomar decisiones estratégicas basadas en datos se ha vuelto imprescindible para cualquier empresa que quiera mantenerse competitiva. Un informe de McKinsey muestra que las empresas impulsadas por datos tienen un 23% más de probabilidades de adquirir clientes y un 19% más de rentabilidad, pero, ¿Cómo se traducen estos números en la práctica?
Las decisiones basadas en datos permiten a las empresas anticipar tendencias, identificar oportunidades y mitigar riesgos. Por ejemplo, Starbucks utiliza datos de ventas y patrones de tráfico de clientes para decidir dónde abrir nuevas tiendas. Este enfoque basado en datos ha sido una de las razones clave detrás del crecimiento global de la cadena de café. Otro ejemplo es Amazon, que utiliza análisis de datos para personalizar las recomendaciones de productos para cada cliente, aumentando así las ventas y la satisfacción del cliente.
Sin embargo, no todas las empresas han sabido aprovechar el poder de los datos. Nokia, que alguna vez fue el líder mundial en teléfonos móviles, perdió su posición en el mercado porque no supo interpretar correctamente las señales del mercado y los cambios en las preferencias de los consumidores. En lugar de adoptar Android, Nokia insistió en desarrollar su propio sistema operativo, lo que resultó en una disminución drástica de su cuota de mercado y, finalmente, en la venta de su negocio de teléfonos a Microsoft.
La clave para evitar errores como estos es tener acceso a los datos correctos y, más importante aún, saber cómo interpretarlos. En EstrategIA Impulsa, ofrecemos un enfoque basado en datos que te permitirá tomar decisiones informadas, minimizando riesgos y maximizando oportunidades.
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